Publicado en La Opinión-El Correo de Zamora el jueves 20 de octubre de 2022
Proteger y mantener las fachadas de Zamora es una tarea urgente y prioritaria que no se debe demorar más
El sábado pasado tuve la oportunidad de ver en Salamanca el documental sobre la vida de José Antonio Labordeta, “Labordeta, un hombre sin más”. Al terminar la proyección, con la luz aún apagada y caminando entre las butacas, iba siguiendo ese hilo invisible que siempre me ha llevado a querer conocer más de las andanzas de aquel profesor de Geografía e Historia, de su gusto por la poesía, de su compromiso social y de su militancia política. A medida que me alejaba del cine, no dejaba de pensar en la importancia que tienen en nuestra vida personas que, con su ejemplo, nos sirven de espejo e inspiración para ayudar a los demás y para tratar de buscar nuestra mejor versión.
Seguí caminando escoltado por árboles dispersos en la calle Zamora, y comencé a fijarme en sus hermosas fachadas. Resonaba entonces en mi cabeza la voz cavernosa de Labordeta entonando“somos como esos viejos arboles, batidos por el viento, que azota desde el mar”, y no pude evitar imaginar que no somos más que eso, en el tiempo y en la Historia, que no somos más que el patrimonio de los que se fueron y de los que vendrán. A izquierda y derecha de mis pasos, árboles y fachadas se esparcían soportando las inclemencias del tiempo, aguantando viento y marea, enfrentando a la lluvia más inoportuna y al sol más abrasador, acarreando la erosión y sobrellevando el deterioro de los años.
Mientras me acercaba a la Plaza Mayor las fachadas salmantinas se entremezclaban con el recuerdo de la Panera Social, de la Capilla del Hospital o del edificio de los Franciscanos en la Avenida Requejo. Una parte importante de patrimonio zamorano que dejamos perder y cuyas raíces no fuimos capaces de preservar a tiempo. Fruto de esta triste realidad, los concejales socialistas hemos insistido recientemente para que el Ayuntamiento de Zamora tome cartas en el asunto. Con el nombre de “Fichadas” hemos presentado un informe detallado para la protección y el mantenimiento de fachadas con valor patrimonial en Zamora, ilustrado con decenas de fotografías. La finalidad de dicho informe es identificar los edificios y fachadas de Zamora que, por su valor histórico y/o artístico, sean elementos patrimoniales a preservar, actualizar el catálogo de edificios protegidos del Ayuntamiento de Zamora, implicar al ayuntamiento en la protección y el embellecimiento de las fachadas de la ciudad a través de ayudas directas a los ciudadanos para su mantenimiento, e impulsar medidas que dinamicen la actividad económica, que mejoren nuestro patrimonio histórico y que favorezcan el reconocimiento de Zamora como Patrimonio Mundial de la Humanidad.
En estos días muchas personas me han hecho llegar su satisfacción por esta iniciativa aunque, con pesar, me han ido señalando que para muchas fachadas y edificios esta medida llegaba tarde, y tienen toda la razón. No obstante, no podemos quedarnos de brazos cruzados y dejar que aquellas fachadas que todavía pueden ser catalogadas y protegidas corran la misma suerte. Tenemos que responder a este compromiso con nuestro patrimonio, con nuestro pasado y con nuestro presente. Una ciudad con nuestro acervo histórico no puede mirar para otro lado mientras su patrimonio se desvanece, está obligada a frenar su deterioro, tanto de los pintamonas que lo arruinan deliberadamente, como de las heridas causadas por el irremisible paso del tiempo.
Las fachadas no son solamente importantes por la imagen que trasladan al vecino y al visitante, sino que son vitales por todo aquello que resguardan y sostienen a sus espaldas. Hay fachadas que son verdaderas obras de arte, como La Sopera, Caja España o la Junta, y que dan cabida a la obra de importantes artistas zamoranos del siglo pasado. Hay fachadas que embellecen nuestras calles más allá de nuestro casco histórico, y que engalanan la ciudad extendiéndose hacia nuestros barrios. Y hay fachadas que simplemente encierran retazos de nuestra historia tras de sí. Todas ellas, sin distinción, merecen ser cuidadas y preservadas.
David Gago, portavoz del Grupo Municipal Socialista en el Ayuntamiento de Zamora